“En los últimos veinticinco años han proliferado tanto las organizaciones sociales como los problemas que tratan de solucionar. En las sociedades democráticas la labor de las organizaciones sociales es ofrecer algún beneficio, servicio o incluso influencia política a grupos específicos que integran la sociedad” (Fondo Monetario Internacional, 2008).
La gestión de la comunicación a través de las adecuadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) no es una cuestión ajena al mundo de las organizaciones del Tercer Sector sino una práctica ligada tanto a su quehacer cotidiano como estratégico.
Comunicar significa concienciar, sensibilizar, difundir, denunciar, educar, luchar, cambiar, promover o presionar, y es a través del proceso de comunicación como las organizaciones sociales se convierten en verdaderos y legítimos interlocutores sociales. 
La gestión de la comunicación y el uso adecuado de las TICs permitirán a una organización social, por un lado, informar, influenciar y motivar (dentro) a los miembros de la organización; y por otro lado, mostrar su trabajo, sensibilizar y educar (fuera) sobre su labor.
Si esta gestión de la comunicación y uso de las TICs, nace y se afianza desde dentro puede no sólo aumentar la transparencia con los grupos de interés, y en consecuencia incrementar la confianza y la reputación de la organización, consiguiendo así la credibilidad y la legitimidad suficiente como garantía de su transparencia, sino también conectar con la ciudadanía.
Esto significa crear una cultura solidaria entre los ciudadanos propuesta desde las organizaciones no lucrativas que potencie una cultura solidaria ciudadana y que consiga el tan ansiado efecto movilizador de la sociedad, dando lugar y respaldando a una sociedad que está informada, que es consciente y que actúa para cambiar las cosas.
Las TICs (sobre todo internet) permiten dar voz a quiénes hasta ahora no la tenían y participar en los procesos políticos y en las acciones que se llevan a cabo para la defensa de sus intereses contribuyendo también al ideal de una democracia de participación plena y se han convertido en una herramienta relevante de movilización para el cambio social.
Por ese motivo, es importante insistir en la integración efectiva e integral/transversal de las TICs en las organizaciones del Tercer Sector. Ello permitirá comunicar de una forma más eficaz los intereses que defienden y las acciones que llevan a cabo, de modo que puedan sumar adhesiones, adquirir representatividad y obtener la confianza de la sociedad civil.
Es también es urgente que el Tercer Sector haga un ejercicio por reinventarse, recuperando su esencia: la movilización ciudadana (volcando sus esfuerzos en convertir a socios en activistas), la reivindicación y la búsqueda del cambio social mediante la participación desde la independencia política, a pesar de que, en este camino, algunas puedan perder tamaño o incluso desaparecer.
De este proceso no solo depende la naturaleza del Tercer Sector y la participación ciudadana, sino que puede afectar al propio sistema público de servicios sociales, y, en definitiva, a los derechos de la ciudadanía.
La MaLeTa 